EL RELOJ DE LA CATEDRAL
( EDITORIAL DE EL DEFENSOR DE GRANADA EL DOMINGO 18 DE MARZO DE 1900)
Desde hace mucho tiempo viene siendo un verdadero problema
saber qué hora es en Granada. Guiándose aquí todos los relojes por el de la
Catedral y éste se mueve y suena a capricho desde hace más de dos meses; tan
pronto se adelanta media hora como atrasa. De ello se originan grandes
perjuicios para los viajeros, los comercios y para todo el mundo. Con relación
al meridiano de Madrid, ayer el reloj de la Catedral llevaba al de la estación
de los ferrocarriles más de media hora de adelanto. Justísimas son por tanto las agujas de los granadinos
contra los crescendos y ritardando que en su marcha sufre la maquinaria del
reloj que a todos sirve de norma. Y claro es que urge poner remedio ¿Quién ha
de meter en caja ese reloj? De la información que sobre ello hemos hecho
resulta, que advertidas a tiempo en tales deficiencias por el relojero de la
Catedral, Sr. Peña, las puso de manifiesto al Cabildo ponderando la necesidad
de acometer desde luego ciertas reformas indispensables en aquel reloj para su
marcha normal. A la comunicación que con tal objeto dirigió al Cabildo
Metropolitano explicó detalladamente ciertas reformas y acompañó un presupuesto
de las mismas.
A 380 pesetas ascendía a reformar 20 centros del
encasquillado, legalizar el escape, construir 8 centros de las linternas de dar
cuerda, colocar un guarda escape de oscilación
y una cuerda metálica para el movimiento, arreglar los cilindros de
enrollar cuerdas, afirmar los tocadores de los mazos de las campanas y limpiar
y repasarlo todo. Desde que tales deficiencias se advirtieron han transcurrido
más de 2 meses y nada se ha hecho ya por desidia, ya porque el Cabildo
entendiese que la reforma no le era urgente. Y en vista de ello el Sr.
Peña renunció a su cargo de relojero de
la Catedral el día 5 del corriente. De febrero acá el reloj principal de la
población anda solo y suelto. Y a nadie se oculta que es necesario de toda
necesidad atarle corto y prontamente. Aunque para ello tenga que venir el Sr.
Dato a arreglarlo, como el de la Torrecilla de Gobernación. Así por lo menos
sería conocida en Granada hasta la célebre "hora oficial de su
convención".
EN DEFENSA DE LOS GALLOS
Como los enemigos en Francia de las corridas de toros han
comprendido también en la ley de prohibición de estos espectáculos las riñas de
gallos, tal amenaza ha producido honda emoción en la región del Norte donde hay
muchísimos aficionados y sobre todo, muchos criadores de gallos de pelea. La
agitación cunde, y ya se ha celebrado una reunión con asistencia nada menos que
de 500 criadores de gallos, en la cual se ha votado una proposición, acordando
excitar a todos los diputados y senadores de la región del Norte, para que
combatan con energía ese descabellado proyecto.
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