domingo, 11 de agosto de 2013

27 FEBRERO 1900

LA CUESTIÓN MUNICIPAL. LO QUE DICEN LOS GRANADINOS.

Madrid. El Sr. Dato ha firmado hoy una disposición, confirmando la suspensión decretada por el Gobernador de 14 concejales del Ayuntamiento de Granada. Con esa noticia, referente a los dignísimos concejales suspensos, ha renacido con todo su vigor la cuestión municipal granadina. La brillante, nobilísima y patriótica defensa que esos 14 concejales hicieron del comercio, de la industria y del decoro de la ciudad de Granada, no ha podido tener más lúcido coronamiento. Merecer las iras de un gobierno impopular por defender los derechos de un pueblo, es el mejor premio que pueden apetecer en estos tiempos de bajamiento moral los ciudadanos amantes de su país. El Gobierno ha satisfecho sus deseos, después de haber ofrecido hipócritamente "lo que no puede decirse, o lo que si nosotros lo dijéramos" sería rectificado por ese mismo Gobierno. Ya se salvó el país; ya ha entrado el Sr. Silvela en el camino de la regeneración; ya tiene en el Ayuntamiento de Granada una mayoría dispuesta a hacer lo que no han hecho los concejales suspensos: a hacer política, política silvelista especialmente. Con la resolución del Sr. Dato, más trascendental para la vida y prosperidad de Granada que la reforma horaria del reloj de Gobernación, se han destruido en la hermosa provincia andaluza el foco de caciquismo, florece la planta de la moralidad y se cultiva el progreso reformista en las cimas de Sierra Nevada. ¡Se ha salvado el país!  Espiraba el plazo de 50 días que la ley determina para las suspensiones  gubernativas, y el Gobierno, que vacilaba entre la violencia y la ley, se decidió por fin a pasar el Rubicón, suspendiendo definitivamente a los dignísimos concejales votados en las elecciones últimas por el pueblo de Granada, y defensores entusiastas de las reformas locales y administrativas en el seno de la Corporación Municipal. Ya tenemos al Gobierno de Silvela haciendo la felicidad de Granada, con su Ayuntamiento de Real Orden, con sus caciques en directa formación, con todos los chirimbolos de un magnífico y superabundante patronato.

 –¡Bien por el Gobierno!- Dicen los granadinos- ¡Ya ha sonado la hora en la Torre de la Vela del Ministerio de la Gobernación! ¡Ya somos felices!- Exclamaron las clases populares.

¡Y qué felicidad!
Era el Ayuntamiento de que formaban parte los 14 concejales suspensos en el Municipio que proseguían las reformas de Granada, iniciadas en 1896. Compuesto de personas independientes, de políticos honrados, de granadinos de corazón, representaba el voto popular de la hermosa y simpática ciudad granadina. Bajo su efigie, como demostraremos en sucesivos artículos, Granada había prosperado, se había rejuvenecido y adquirido el color de las ciudades modernas. Comenzaba el periodo de prosperidad a la par que adquirían desarrollo extraordinario su comercio y su industria; y cuando esto ocurría, el Gobierno, el conjuro de un estimado particular inconcebible, desconocido en nuestro régimen constitucional y parlamentario, suspende al Ayuntamiento de Granada por el enorme delito de haber identificado sus sentimientos con los sentimientos de un pueblo que se sintió ofendido. Ya tiene Granada un Ayuntamiento Silvelista; ya tiene lo que no pudo conseguir el Gobierno en la lucha legal de los comicios; ya no administran sus intereses aquellos granadinos que el voto público había designado para satisfacer las aspiraciones granadinas. El Gobierno tiene ya Ayuntamiento suyo que le permitirá manejar la máquina electoral en próximas contiendas. Pero Granada ¿qué ha ganado? Granada pierde su representación, Granada verá paralizadas sus reformas; Granada pierde la confianza que tenía depositada en sus administradores. No es que los interinos que actualmente ocupan la casa municipal sean ineptos e imbéciles para administrar los intereses de Granada, no. Es que un régimen de interinidad imposibilita toda iniciativa provechosa para los intereses de esta ciudad, necesitada de espíritus independientes y corazones enérgicos que la defienda de los caprichos del caciquismo; es que no puede haber buena administración allí donde impera un exclusivismo político, es que no puede infundir la voluntad, el buen propósito que otorga la verdadera y legal representación del pueblo. En esto se funda esencialmente el privilegio de una sana y provechosa descentralización administrativa, aceptada y rechazada después por el Gobierno.

¡Triste suerte la de Granada! Cuando necesitaba un Ayuntamiento vigoroso, popular, confiado en la fuerza de la opinión pública granadina, el Gobierno le quita lo que es suyo. Con esos tristes y desdichados procedimientos, Granada no verá en plazo breve, a pesar de los buenos deseos de los concejales actuales, ni urbanizadas por completo muchas de sus calles, ni activadas las obras de la Gran Vía, ni resuelto el problema de las aguas potables, ni hermoseadas sus plazas entre las flores de sus riquísimos vergeles. De esto hay mucho que hablar y hablaremos. Lo diremos interpretando los sentimientos de Granada entera, sin distinción de opiniones políticas. El actual Municipio, nombrado por el Gobierno, habrá entrado en Granada; pero Granada la bella ciudad, necesitada de útiles reformas que ensanchen su vida y que proporcionen trabajo a la clase obrera, no ha entrado en ese Municipio.

LOS CONCEJALES SUSPENSOS. Los concejales suspensos que han sido objeto de las iras del gobierno son:

D. JOSÉ GÓMEZ TORTOSA: Exalcalde de Granada, muy aplaudido por la opinión en la época de su mandato. Es procurador de los Tribunales y milita en las filas del Partido Tetuanista.

D. SALVADOR MONTORO: Opulento propietario, agricultor industrial. No se ha significado en política y goza de grandes simpatías por su honradez e independencia.

D. FRANCISCO SÁNCHEZ ECHEVARRÍA: Industrial acaudalado y político independiente.

D. JUAN RAMÓN LA CHICA: Propietario  e industrial acaudalado. Pertenece a una familia que goza de grandes simpatías en Granada. Es independiente.

D. ENRIQUE SÁNCHEZ: Industrial acaudalado. Ha hecho su fortuna trabajando incesantemente. Es tetuanista.

D. PABLO PERALES: Persona de gran talento, que goza de muchas simpatías en las clases populares de Granada. Es republicano nacional.

D. LUÍS SANSÓN: Persona de gran respetabilidad por su profunda ciencia, su honradez acrisolada y su consecuencia política. Pertenece al Partido Republicano Nacional.

D. RAFAEL GARCÍA DUARTE: Joven e ilustrado médico. goza de posición independiente y de gran influencia en las clases obreras. Es republicano nacional y Presidente de la Asociación Obrera de Granada.

D. CARLOS AFÁN DE RIVERA: Joven ilustradísimo, que desde que entró en el municipio y tomó parte activa en la política, se ha distinguido por su independencia. Es hijo del ilustre poeta granadino del mismo apellido.

D. AURELIO ÁLVAREZ DÍAZ: Comerciante reputado. Pertenece al Partido Liberal Sagastino.

D. JOAQUÍN CASTILLO VALDIVIA: Abogado distinguido y propietario, que hasta ahora no había figurado en política. Hoy pertenece a la fracción tetuanista.

D. JUAN HORQUES: Médico de merecida reputación. Es gamacista.

D. ANTONIO SÁNCHEZ GALLARDO: Propietario de posición independiente.  Goza de grandes simpatías en la localidad  y es romerista.

D. TORCUATO LÓPEZ: Propietario y abogado.

Firma el artículo: Enrique Trompeta


Nota Actual: Puedes ver otras noticias anteriores relacionadas con el contenido de este artículo en este blog si consultas los días 5, 6 y 11 de Enero 1900 (“EL BANQUETE DE LOS COMERCIANTES”; “EL BANQUETE”; y “VISITA”)

1 comentario:

  1. Me ha encantado. Lo re-posteo con tu permiso:
    http://susfrasedeldia.blogspot.com.es/2013/08/del-gobierno-mejor-no-hablar.html

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