SAN MATIAS
La calle de Navas no era ni con
mucho, al comenzar el siglo XVI, lo que es en nuestros días. Era una
estrechísima callejuela en la orilla del río Darro. En esa callejuela, húmeda y oscura, habían los cristianos habitado una dependencia en las casas
conocidas por las de Spinolas, para que
les sirviese de ermita un oratorio a San Matías, y esta ermita fue la que se
convirtió en parroquia en el año 1505. Eran entonces muy escasos los vecinos en
aquella parte de nuestra ciudad. En esa ermita de la calle Navas estuvo la
parroquia de San Matías hasta que el emperador Carlos V vino a Granada el año
1526, y al ver la pobrísima Ermita del Santo Apóstol y por ser muy devoto de
San Matías por haber nacido en su día y porque en el mismo había vencido y hecho
prisionero a Francisco I de Francia, ordenó construir a sus expensas la iglesia
de hoy. En el altar mayor y en la portada de la iglesia se ven las armas del monarca Carlos V con las
águilas imperiales en recuerdo de la victoria que hemos mencionado. El apóstol
San Matías natural de Belén y por consiguiente paisano de Jesús, fue uno de los
primeros en afiliarse a la doctrina de
Jesucristo y el último que ingresó en su apostolado. Después de la Ascensión,
reuniéronse los Apóstoles y 120 discípulos de Jesús en Jerusalén presididos por
San Pedro. Tomando éste la palabra demostró a sus compañeros la conveniencia
elegir un apóstol para que ocupase la vacante ocurrida en el Colegio Apostólico
por la muerte desastrada del traidor Judas. Conforme todo el congreso con esta proposición
de San Pedro presentáronse como candidatos dos de los discípulos que allí se
hallaban. Uno se llamaba José Bársabas y el otro Matías, ambos tenían iguales
méritos para la altísima dignidad que se trataba y por ello se acordó que la
suerte decidiera el nombramiento. Habiéndolos sorteado resultó favorecido
Matías, al punto fue nombrado Apóstol. Luego recibió el Espíritu Santo el día
de Pentecostés y contribuyó con los demás apóstoles a la redacción de los Artículos de la Fé. Predicó en Palestina. El Pontífice de los judíos, Ananías
el joven, que había martirizado y dado muerte en Jerusalén al apóstol Santiago
el Menor, enterose de que San Matías estaba predicando en Galilea, lo hizo
llamar a su presencia, lo mandó apedrear,
y por último le cortó la cabeza.
Nota Actual: Son dos
fragmentos tomados en distinto orden de un mismo artículo de EL DEFENSOR DE
GRANADA publicado el 24 de Febrero de 1900 y firmado por NAUTILUS. Artículo que
en su edición original concluye diciendo:
“(…) La parroquia de San Matías
es hoy una de las más distinguidas de Granada, a ella pertenece gran parte de
la industria, del comercio, de la banca y de la aristocracia. En ella están
enclavados muchos de nuestros mejores hoteles: La Victoria, La Paz y La Alameda,
así como el Ayuntamiento, el Liceo, el Casino, el Teatro Principal y el Salón
de El Defensor de Granada (…)”
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